A partir de los 60 ha sido mucho más común introducir la iconografía del western en otros géneros como ciencia-ficción, terror o thriller, o hacer un western en una época no clásica del género, pero no era tan común en los años 50. Conspiración de silencio se puede considerar una pionera en la mezcla de géneros, por argumento hay que calificarla de thriller, pero por iconografía es prácticamente un western, en la que un forastero manco llega en tren a un pueblo en el desierto para entregar una medalla a la familia de un soldado fallecido de origen japonés y se encuentra con que allí ha pasado algo siniestro. Es una de mis películas favoritas de John Sturges, y tiene un reparto excepcional, con un gran Spencer Tracy como forastero, tres siniestros memorables habituales como Robert Ryan, Ernest Borgnine y Lee Marvin y grandes secundarios como Dean Jagger y Walter Brennan.
Aunque los Oscars le llegaron casi todos por adaptaciones, Andre Previn también era un formidable compositor en sus partituras originales. La de Conspiración de silencio me parece espléndida.
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