Otras bandas sonoras: Hasta que llegó su hora

 Es muy difícil quedarse como preferida con una de las seis bandas sonoras que compuso Ennio Morricone para su amigo Sergio Leone, todas están a una altura estratosférica y son obras maestras de la historia de la música de cine. Mi intención es que vayan pasando todas por esta sección, pero si tengo que elegir para empezar  la que es mi favorita, me quedo con Hasta que llegó su hora.

C'era una volta il west, traducida aquí como Hasta que llegó su hora, es la culminación de los westerns de Leone, aunque le quede uno más, Agáchate maldito, siendo muy notable está uno o dos peldaños por debajo. Leone estaba preparando un filme de gangsters que se demoraría bastantes años (la magistral Érase una vez en América), y Paramount le convenció para que hiciera un nuevo western. Quiso apartarse de la Trilogía del dólar e intentó que en la primera escena Charles Bronson acabase con El bueno, el feo y el malo, pero no pudo y la escena cobró un sentido distinto. Con la ayuda de dos jóvenes directores que estaban en los principios de sus carreras. Dario Argento y Bernardo Bertolucci,  y partiendo de los personaje estereotipo del western (la prostituta, el hombre sin nombre que es Charles Bronson, los dos distintos forajidos que interpretan Henry Fonda y Jason Robards, el propietario del tren), Leone hizo un western distinto a la Trilogía del dólar, lo que se ha llamado un ballet de muerte: todo un cariñoso homenaje al western (no está en vano en algunas imágenes Monument Valley, aunque la mayor parte del filme está rodada en España) y a la vez una innovación al género subvirtiendo los tópicos, con grandes interpretaciones de los ya mencionados, Claudia Cardinale y Gabriele Ferzetti. Para mí la obra cumbre en el western de Sergio Leone, aunque en su momento no acabó de funcionar en taquilla y no se acabó de comprender. Al igual que había pasado con Clint Eastwood y Lee van Cleef en anteriores filmes de Leone, convirtió en estrella al hasta entonces actor secundario Charles Bronson.

Un ballet de muerte requería una música a la altura. C'era una volta il west es una de las cumbres de Morricone, y contiene algunos de sus mejores temas de su filmografía. Sencillamente impresionante, su "novena sinfonía" en el western.