Timadoras compulsivas

La historia de un timador o timadora veteran@ y un timador o timadora novat@ que compiten entre sí por ser el mejor estafador de un pueblo de la Costa Azul ha conocido hasta ahora tres versiones:

La primera, Dos seductores, el primer filme de Ralph Levy, prestigioso director de televisión que solo volvió a dirigir un filme más. Irregular, el guión es divertido, pero la dirección no está a la altura, el final dejaba bastante que desear y David Niven se comía con patatas a un Marlon Brando grande en otros géneros, pero que nunca estuvo cómodo en la comedia (la excepción, Ellos y ellas).

La segunda, Un par de seductores, la mejor de las tres, y uno de los casos más evidentes de que un remake puede ser mejor que la película original. Guión mejorado respecto a la primera, con un giro  final de guión magistral que no estaba en el primer filme, y una dirección de primer orden de Frank Oz (para mí es su mejor película, con permiso de La tienda de los horrores e In & out). Y un duelo interpretativo de altura entre el elegante Michael Caine y el histriónico Steve Martin, secundados por Glenne Headly, actriz ya desaparecida que no volvió nunca a estar tan bien como aquí.

Y la tercera, la que se estrena esta semana, Timadoras compulsivas, que me parece correcta, pero que es la más floja de las tres. El guión sigue siendo divertido, respeta el de la segunda versión (aunque añade una escena final innecesaria) y tiene dos actrices que sin llegar al nivel de los actores antes mencionados hacen un buen trabajo cómico (aunque no me convence que Anne Hathaway sea la veterana y Rebel Wilson la novata, Wilson es mayor que Hathaway). Pero el novato director Chris Addison (procedente de la televisión como Levy) falla en el ritmo (el tercer acto no está a la altura, carece de chispa cuando debería ir hacia arriba) y hay un error de casting en el personaje clave para el final, el intérprete me parece muy soso. Filme simplemente para pasar el rato, lo mejor los magníficos títulos de crédito iniciales; tiene una escena poscréditos finales bastante divertida, ampliación de una de las escenas más recordadas de las tres versiones.

Nota sobre 10: 5