El fallecimiento de la actriz alemana Karin Dor casi se me pasa por alto, pero aunque su fama fuera efímera, merece mención por dos películas, y especialmente por una escena. Dor comenzó en su país en westerns (conviene recordar que Alemania era un país muy aficionado al western antes de Leone y los spaguetti western gracias al escritor Karl May), pasó al cine más internacional con los Fu.Manchú de Christopher Lee. Y se dio a conocer definitivamente como chica Bond malvada en Solo se vive dos veces, y finalmente en un Hitchchock menor si se quiere como Topaz, pero con una escena memorable, precisamente la de la muerte de su personaje. A partir de ahí, siguió trabajando, pero en papeles menos destacados. Descanse en paz.
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