Ahora que estamos en plenos Juegos Olímpicos, no está de más recordar que desde el punto de vista cinematográfico, la obra más importante es Olympia, la obra maestra de Lenni Riefenhstal, la cineasta más importante del cine de propaganda.
Si En el triunfo de la voluntad, y parafraseando a Woody Allen, te entran ganas de invadir Polonia, en Olympia Riefenstahl disimula un poquito (no mucho, sigue habiendo mucha propaganda nazi) y nos ofreció una película fascinante sobre deporte, con muchas innovaciones tecnológicas que influirían en décadas posteriores, la directora alemana tenía mucho talento. Ideológicamente es un filme discutible, pero cinematográficamente hablando es el mejor filme sobre deporte que conozco.
De la banda sonora se encargó principalmente Herbert Windt, compositor habitual en la filmografía de Riefenstahl y autor de otras obras de la época nazi. Excelente también si se obvia el contexto político.
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