Viendo este filme francés titulado Los 50 son los nuevos 30, da que pensar que la falta de ideas o la coincidencia de temas entre filmes al mismo tiempo (tiene dos años, llega con retraso) no es solo patrimonio del cine estadounidense. El filme parece una mezcla atropellada y un poco torpe de Vuelta a casa de mi madre y 50 primaveras, con algún gag afortunado y un reparto que salva los muebles, especialmente los dos actores que interpretan a los padres, no tanto la bastante histriónica Valerie Lemercier. Simplemente correcta, no es para tirar cohetes, pero se pasa el rato.
Nota sobre 10: 5
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