Tras Licencia para matar, había dudas de la continuidad de la saga Bond, el Muro de Berlín había caído, los responsables más icónicos de la saga habían fallecido o se habían jubilado y Licencia para matar había sido un sonoro fracaso comercial. James Bond parecía un dinosaurio.
Y en 1995, Barbara Broccoli, hija de Albert Broccoli, toma los mandos de la saga y la renueva. Tras la renuncia de Timothy Dalton, Pierce Brosnan es el elegido y surge un Bond algo más light, que no fuma y trata algo mejor a las mujeres (entre ellas su jefa), y que se mueve en un mundo posguerra fría. La etapa Brosnan es irregular, no acaban de funcionar los guiones, pero Brosnan tiene mucho carisma y la icorporación de Judi Dench es todo un acierto, la saga recupera el éxito que había tenido
Y la etapa Brosnan arranca con Goldeneye. El guion no es nada del otro mundo, Bond enfrentado a otros rusos poscomunistas y a un antiguo amigo por un satélite, pero tiene muy buenas escenas de acción, a Pierce Brosnan en plena forma para el personaje, una Judi Dench que demuestra que le va perfecto el personaje de M y dos grandes villanos como Sean Bean y Famke Janssen. Es la primera película de la saga que tiene escenas rodadas en Rusia (aunque el prólogo está rodado en Suiza, en el precioso Valle de Verzasca cerca de Locarno, estuve allí en 2019 y se podía hacer puenting en el embalse como hacía Bond) y es un buen Bond, aunque yo personalmente me quede de la etapa Brosnan con El mundo nunca es suficiente. Fue un gran éxito y la demostración de que James Bond seguía siendo un personaje muy a tener en cuenta.
La banda sonora de Eric Serra, sin embargo me parece de las más discutibles de la saga, David Arnold lo haría mucho mejor en las siguientes entregas de Brosnan y Daniel Craig. Tiene eso si una estupenda canción interpretada por Tina Turner.