sábado, 10 de octubre de 2020

Otras bandas sonoras: Canción de cuna para un cadáver

 Robert Aldrich es considerado un maestro del cine de acción por títulos memorables como Apache, Veracruz,  El beso mortal, El vuelo del Fénix o Doce del patíbulo, pero también tiene dos obras maestras del cine de terror, una más reputada que la otra. Ambas tienen banda sonora de un compositor bastante olvidado hoy, pero creo que el filme menos reputado por la crítica tiene mejor banda sonora.

¿Qué fue de Baby Jame? es un retorcido ejercicio de cine de grand guignol, nombre procedente de un tipo de teatro del siglo XIX que se caracterizaba por lo grotesco, excesivo y sangriento de sus tramas. La historia de una ex niña prodigio que al crecer le hace la vida imposible a su hermana que sí triunfó es un clásico del cine de terror, ha influido poderosamente en todo el cine de psicópatas posterior y tiene dos interpretaciones antológicas de Bette Davis y Joan Crawford. Ambas se llevaban tan a matar como sus personajes, tanto que Crawford se empeñó en subir a recoger el Oscar aquel año aunque no ganase (ganó Anne Bancroft por El milagro de Ana Sullivan) para hacerle la puñeta a Davis, y Davis ponía en el set de rodaje botellas de CocaCola para fastidiar a Crawford, ya que era viuda del presidente de Pepsi.

Ya sin Crawford, Aldrich y Davis se reunen de nuevo para hacer otra película peor considerada por crítica y algunos aficionados por considerarla una repetición de esquema de película de Baby Jane: Canción de cuna para un cadáver (en este caso no me molesta el cambio del original Hush Hush sweet Charlotte, la traducción se ajusta muy bien al filme en mi opinión). Sin embargo, para mí es otra obra maestra del Grand guignol. Es mejor no contar la trama antes de verla, alguno se ha pasado con el reciente fallecimiento de Olivia de Havilland, porque tiene tanta cantidad de giros sorpresa que es mejor no ir prevenido. Davis sigue estando formidable en esta historia de anciana acusada del asesinato de su amante en su juventud, y que debe abandonar su casa porque tiene que ser derribada. Le acompaña muy bien de Havilland y dos viejas glorias como Joseph Cotten y Mary Astor (fue su último papel) y es uno de los primeros papeles importantes de Bruce Dern, muy importante en la primera escena antes de los títulos de crédito.

De la banda sonora se ocupó el compositor estadounidense Frank de Vol: Bastante olvidado actualmente, es autor también de composiciones para muchos  filmes de Aldrich (Doce del patíbulo) y  de Doris Day (Confidencias a medianoche) así como de famosas películas como Adivina esta noche, Al este de Java y algunas secuelas de la saga del coche Herbie. De los que le recuerdo, Canción de cuna para un cadáver me parece uno de sus mejores trabajos, superior al que hizo para Baby Jane, su "dulce nana" se acaba convirtiendo en algo inquietante, siniestro y grotesco durante el filme., justo la intención de Aldrich.





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