El coleccionista es la interpretación más recordada de Terence Stamp y era lógico que lo homenajease con la banda sonora de Maurice Jarre
Otto Preminger ha destacado en un buen número de géneros, especialmente el cine negro y las superproducciones, pero solo una vez se acercó al western. Río sin retorno es un clásico del género de 1954, donde un hombre recién salido de prisión, su hijo y una cantante se ven obligados a huir por un peligroso rio. Fue un rodaje complicado, con lesión de Marilyn Monroe (y suerte que se quedó en eso, parece ser que hubo momentos realmente peligrosos), y ha quedado como un clásico del género con una gran pareja protagonista (Monroe y Robert Mitchum) y un gran uso del Cinemascope.
La banda sonora corrió a cargo de tres compositores demasiado olvidados salvo para los muy cinéfilos: Lionel Newman, Leigh Harline y Cyril J. Mokridge, a mi me parece excelente.
A Joel Schumacher se le tiende a denostar por el delirio que hizo con Batman y Robin, y a veces se equivocó (a mi no me gusta su versión de El fantasma de la Ópera), pero cuando estaba inspirado y tenía un buen guion era muy bueno, lo había demostrado en Jóvenes ocultos, en Un dia de furia, y lo volvió a demostrar en Última llamada, para mi sus tres mejores películas.
Partiendo de una idea que un grande de la serie B como Larry Cohen tenía en mente muchos años atrás, sobre un hombre acechado en una cabina telefónica por un francotirador, era una especie de La cabina a la americana, aunque la idea dicen que es anterior a la de Mercero.
Llegó tarde curiosamente, cuando las cabinas estaban a punto de desaparecer y se había pasado la moda d los 90 de los filmes de juego gato-ratón por teléfono ( Speed, Die hard 3 y otras). Pero el guion era muy ingenioso, y Schumacher sacó todo el jugo a los escasos 80 minutos que dura la película y a dos actores en plena forma como Colin Farrell y Kiefer Sutherland. El final es lo peor de la película, pero es un mal mnor. Funcionó bastante bien en taquilla y la considero la última gran pelicula de su director, lo posterior me interesa bastante menos.
De la banda sonora se encargó Harry Gregson-Williams, no me parece una banda sonora muy inspirada, aunque relativamente cumple.
El pasado lunes, Phnomena hizo su habitual programa doble sorpresa. En esta ocasión fueron un notable remake de un clásico del fantástico a cargo de un grande del cine actual y una de mis películas favoritas de un director a menudo infravalorado, denostado, imprevisible y capaz de lo mejor y de lo peor.
La versión de La guerra de los mundos que hizo Steven Spielberg en 2005 es probablemente la más oscura de su carrera junto con Minority report, la otra película que había hecho con Tom Cruise. Tuvo una acogida aceptable en público y taquilla, pero dejó un recuerdo algo frío, después de dos películas sobre extraterrestres tan luminosas como Encuentros en la tercera fase y ET, probablemente pocos espraban por parte de Spielberg algo tan siniestro y terrorífico. Los 20 años que han pasado de su estreno creo que le han sentado bien, aún no estando entre mis favoritas del director me parece muy notable.
La banda sonora de John Williams también es muy siniestra y oscura. Le ha pasado como a la película, ha quedado un tanto olvidada y la acogida fue algo tibia, pero me parece excelente.
